18-06-2007

¿Sere yo Señor? (respuesta de mentira a una carta de mentira de una persona que no habla sino mentiras)


Es inevitable hacer tal pregunta pues mi querido hijo. Acaso crees que hemos dispuesto tamaña desgracia sólo para el divertimento de nuestras divinas y aburridas voluntades altisonantes. Pues no, te equivocas. Has errado el camino hacia lo que hemos dispuesto para ustedes como el único camino hacia las salvaciones de ultratumba y las propias que ya habitan en el bello campo de luces que es la tierra. Has olvidado acaso el tranquilizador abrazo de tu madre diciendo "todo va a estar bien y siempre estaré contigo", has olvidado tus culpas y su merecida pena. Has olvidado acaso los ojos de eterna tranquilidad de tu hermana y el llamado hacia la hombría omnipotente del monumento a la virilidad que encarna tu padre. Has olvidado el color de los ojos de tu enamorada y extraviado tu vista en la turbia maldad de quienes te envenenan con dulces que empobrecen tu alma.

Hemos notado tu desesperanza y no podemos hacer nada por tí si tu alma niega la belleza del mundo que habita en cada gota de agua que golpea la fértil tierra dadora de bienes y cubil de bienaventurados. Has contaminado tus oídos con las guitarras de la discordia que enmudecen a quien se entrega a sus viles encantos, creyendo ser el poseedor de la verdad que está velada incluso a quienes hemos habitado las altas estancias de la trascendencia o la más mínima flor de la inmanente religión primigenia. Te hemos entregado un mundo delirante y no has hecho nada por él, salvo perjurar en nuestra contra y desplazar tus errores hacia las más altas instancias de justicia. ¿Has sido justo con el prójimo?¿has guardado sagrado tributo a quienes te han dado la vida?¿has valorado tu cuerpo y espíritu como sostenes de tu identidad y permanencia en la tierra?.

Ambos sabemos que no, por cuanto el berrinche de tus obstinadas palabras no es sino irrisorio para quien se ha negado a si mismo constantemente la felicidad que hemos dispuesto libremente a vuestro albedrío.
Si. Eres tu y otros más los obstinados a ver con ojos de verdad lo que ha sido construido como fantasía, has pecado de arrogancia y frivolidad cuantas veces has podido e incluso has degustado cada una de tus faltas.

Vienes ahora a implorar piedad si en tu corazón anida solo el desasosiego y la impureza. Has sido invitado a esta y a todas las cenas y te has negado. Has insistido en un hambre y el orgullo que carcome ahora tu estómago te nubla el juicio.
Eres tu hijo, tú y nadie más que tú quien ha pavimentado de dolor la vida que te ha sido propuesta. No nos sorprende tu ausencia radical de elegancia, la esperábamos hace mucho tiempo, tanto como la pregunta que nos has planteado ahora. Te adjuntamos la respuesta nuevamente.

SI ERES TU EL CULPABLE, SOLO TU Y TU RECALCITRANCIA, SOLO TU Y NADIE MAS QUE TU.

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