15-10-2006

LA SENSATEZ EN PARO. O el no-feliz día del profesor


Hemos estado pendientes obre el devenir cotidiano de nuestros queridos estudiantes desde que cayeron en cuenta de que mostrándose su poder, a modo de pavos reales, podrían llevar al tapete algunas discusiones que los viejos de mierda como nosotros ya obviábamos. Apreciamos una efervescencia pocas veces vista en nuestras calles y sin embrago, aun queda un dejo de amargura, algo así como una cerveza tibia una buena tarde de enero.

Pelean por una educación mas justa e igualitaria con argumentos tan contundentes que los petitorios debieron de agruparse en dos agendas paralelas, una que apela a la solución de situaciones coyunturales y al otra, que arguye cambiar el panorama estructural de una sistema que pide a gritos un cambio y un upgrade.

El punto débil habita en el seno del discurso enarbolado por los pingüinos: la excelencia académica. Es justo por supuesto, pedir que los profesores efectivamente realicen un trabajo profesional con el fin de ser tratados como tales, es justo también, apelar a una infraestructura y recursos metodológicos consonantes con el quehacer cotidiano de los negocios y el mercado laboral actual. No obstante, la práctica en el aula nos ha demostrado otra cosa. Es justo y necesario pedir aquello en la comodidad del pupitre sin arriesgar un centavo, sin cambiar la actitud frente al auto-aprendizaje. En otras palabras, la mediocridad se ha escudado en un movimiento social de proporciones históricas con el fin de elevar un petitorio potente a todos los agentes que inciden en el proceso educativo, pero, sin alterar la disposición y el talante del protagonista: el alumno. Se ha institucionalizado en su seno, el status quo.

Nacidos y criados en democracia fueron educados para pedir y alegar sin contemplaciones, pues fueron creciendo con padres y hermanos mayores que aún saboreaban la dictadura y se regocijaron con la alegría que aún esperamos. Nunca escucharon un NO por respuesta, no sintieron la desolación del Santiago de toque de queda, nunca vieron en la televisión a nuestro gran hermano omnipresente y todopoderoso. La democracia fue el vicio que nos heredaron (yo no luche por ella pero si me educaron para exigirla, y nací sin ella), mal entendida como lo chilenos acostumbramos a podrir las buenas ideas.

Presenciamos ahora le berrinche de niños que exigen salir el fin de semana a pesar que estén a punto de reprobar el año, a sabiendas que la escuela deberá cambiar su situación a la brevedad so pena de baja matrícula, mala reputación del establecimiento o sencillamente, el despido inminente del profesor que ha osado despachar a tan buen cliente.
El mundo ya funciona de ese modo y las leyes que dictan la vida social no encarnan en los espíritus las conductas cívicamente deseables, como ya es de perogrullo, y que aspiran a mutar las sensibilidades y llevarnos a un estadio social un poco más estable, al menos. La mediocridad ha llegado para quedarse y los pingüinos lo han demostrado tristemente, desde sus pupitres, piden que le mundo cambie para que sigan haciendo lo que mejor hacen: nada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy absolutamente de acuerdo con lo que estas planteando, pero agrgaria algunos elementos para reafirmar este analisis:

1. - Los que mas gritaron y movilizaron a los chicos por tomarse los colegios son los que menos hacen en las aulas, en especial cuando son "anarquistas". La ley de la contradicción dialéctica se llama eso.

2. - La discusión sobre la mala calidad de la educación surgio a raíz de reivindicaciones de tipo economicas: NO era lo principal derogar la loce, sino que la comodidad de un pase escolasl as 24 horas todo el año y unico en el país. Plantearon elimiar la jornada escolar completa (por flojera no por)pero no fueron capaces de argumentar el porque y que cual es la solución. Nosotros lo hemos discutdo en mas de una ocación y si bien no encontramos respuesta, al menos nos preguntamos constantemente aquello.

3. - La movilizacion estudiantil careció de lo mas importante CONDUCCION REAL. Esta no existió ni existirá.

4. - Todas las propuestas, justas por lo demás, salieron al calor de la lucha y son reflejo de una pelea que viene dando la izquierda extraparlamentaria hace rato y esta vez se afirmaron con uyn fuerte movimiento de masa, que como todo movimiento de masa, es disperso. Aquello ordeno el cuento y le dio " conducción" por un momento, solo por un momento. AL final LA concerta se apropio dle discurso, dio vuelta la pelota, pero igual la rueda se echo adelante, desordenada y si bien este berrinche medieval se desaca por su mediocridad natural, mostro la debilidad del gobiernod e Bachelet, pero si no avanzó mas fue por su propia mediocridad.

TAN TAN